Dédalo, con la ayuda de su hijo Ícaro, fue el arquitecto que construyó un laberinto para el rey Minos de Creta. Este pretendía encerrar allí al Minotauro, fruto de los amores de Pasífae, su mujer, con un toro. Como Minos desconfiaba de Dédalo, los encerró a él y a su hijo, en el propio laberinto, para que no revelaran el secreto de la salida.
Durante el cautiverio, Dédalo llegó a inventar naves para navegar bajo el mar, e Ícaro escribía cuentos. Un día, no soportando la desesperación, Dédalo ideó unas alas de cera para huir. A Ícaro le recomendó, que no volara cerca del sol, pues las alas se fundirían.
En esta aventura, Ícaro llevó consigo unos cuentos que había escrito, pero voló muy cerca del sol y fundiéndose las alas cayó al vacío. Los cuentos se perdieron con el viento, algunos volvieron a caer al laberinto. Cuando mucho tiempo después Teseo entró para matar al Minotauro, encontró algunos de los cuentos perdidos que hoy aparecen en este libro.
Sí, todo esto es un mito que hemos acomodado aquí, pero ¡¡NO ES UN MITO LA PRESENCIA DE LIBROS Y NOVELAS EN LA XXX FLZ !!
Paseo San Sebastián, en el Parque Grande, José Antonio Labordeta.
Casetas 10-12 de la Asociación Aragonesa de Escritores.
El próximo domingo día 4 de Junio, en horario de 11:00 a 14:00, Antonio P. Bueno estará allí para firmar su último libro: Cuentos Perdidos, además de toda su obra.
¡¡¡NOS VEMOS!!!
Hermosa presentación para tu libro Antonio, mucho éxito en la feria. Un abrazo!
Muchas gracias amiga y colega. Espero verte pronto por ferias similares.
Saludos.