Cuentos Perdidos

CUENTOS PERDIDOS

Colección Libros y Novelas

Antonio P. Bueno

Dédalo, con su hijo Ícaro, construyó un laberinto para el rey Minos de Creta. Este pretendía encerrar allí al Minotauro, fruto de los amores de Pasífae, su mujer, con un toro. Como Minos desconfiaba de Dédalo, los encerró a él y a su hijo en el propio laberinto. Durante el cautiverio, Dédalo inventaba, e Ícaro escribía cuentos. Un día, desesperado, construyó unas alas de cera para huir. Recomendó a Ícaro, que no volara cerca del sol, pues las alas se fundirían.

En la huida, Ícaro llevó consigo unos cuentos que había escrito, pero voló muy cerca del sol y fundiéndose las alas cayó al vacío. Los cuentos se perdieron con el viento, algunos volvieron a caer al laberinto. Mucho tiempo después Teseo entró para matar al Minotauro, encontrando algunos de los cuentos perdidos que hoy aparecen en este libro.