Gran Sol

«El sureste lento, cálido, hondo, picaba las aguas de la dársena. Lejana amarilleaba la mar abierta. En el cielo del atardecer se apretaban las nubes como un racimón de mejillones, cárdeno y nacarado. Las gaviotas daban sus gritos estremecidos revoleando el puerto, garreando las olas. Un barco bonitero navegaba hacia la línea de atraque: baja la mar, bajo y áspero el run del motor.
Olía a podredumbre de algas y a tormenta. Colorineaban las manchas de gasoil en las aguas. En los muelles la marea descendente descubría los manchones moluscarios, las verdisucias rocas del espantado correr de los cangrejos, las órbitas náufragas de las cloacas, el hierro corroído de las escalerillas.
Por los grandes cangilones de la draga de cadena discurría la aventura de la chiquillería, destemplada a ratos por las advertencias de las mujeres del pescado: mímica y guirigay raqueros. Por un ángulo de la dársena, en el que, pasado el cemento del muelle, se extendía un arenal barbado de junquillos con redes del oscuro y noble color del ron, oreándose, tres mocetes estaban al pulpo.
Cercana a la rampa del puerto la pareja de altura, abarloados los barcos, se balanceaba al hervorcillo de la mar. En las chimeneas la distintiva en naranja y azul. Blancos los puentes, ocres los guardacalores, negros y rojos los cascos. El nudo gigante de los aparejos en los saltillos de las popas. En los espardeles los ordenados y débiles muros de las cajas de pescado, las lanchas, el verdor de vegetación marina de los trajes de aguas al aire. En el palo de proa, arriba, en la gallera, donde, en la noche, la fosfórica luz de rumbo, y en los claros nocturnos del Atlántico Norte, estrella, el punto inquieto de una gaviota; palo de proa del Aril. Uro y Aril: altas proas valientes».

Gran Sol.  Ignacio Aldecoa

Ignacio Aldecoa nos describe en esta novela: Gran Sol la lucha de los hombres con el mar. Gran Sol es una novela clásica de nuestra literatura de posguerra. En la descripción que nos acompaña se palpa un poco de tristeza y soledad. Emplea Ignacio Aldecoa un lenguaje colorista  en toda la obra y sobre todo en esta descripción que engancha desde el inicio de la misma.
Arranca la novela precisamente con esta descripción.
Viene a ser también un homenaje a los pescadores cantábricos en atención a la dureza de su vida

https://es.wikipedia.org/wiki/Ignacio_Aldecoa

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