Cuentos del Cierzo I
Cuentos del cierzo, o el inicio de una colección, es la recopilación de una selección de relatos cortos escritos a lo largo de un tiempo que he considerado mejores.
Los Cuentos del cierzo nacieron, espaciadamente, a lo largo de 2006, y hoy por hoy siguen siendo el motivo central del proyecto de autoedición librosynovelas, que nació gracias a ideas y ayudas de colaboraciones próximas.
En el breve, pero intenso tiempo de existencia de librosynovelas, Cuentos del cierzo sigue siendo con su frescura, una constante inspiración y su mejor primera apuesta.
De alguna manera, estos cuentos cortos vienen a ser algo como las rachas huracanadas del cierzo, que azotan duramente en breve tiempo y en otras ocasiones son más moderadas, pero constantes.
Durante la noche, cuando la incansable canción de su soplar amainaba, nacieron los cuentos fuera del tiempo, trascendiéndolo, apareciendo ahora ante el lector como algo intemporal en ocasiones, o como algo actual en otras.
En Cuentos del cierzo, todos los relatos que se presentan, desarrollan una trama ágil, corta y emocionante. Algunos de ellos plantean la duda ante los misterios no desvelados, o así, en otros, el lector puede interpretar libremente y se puede imaginar el final más apetecido.
En unos se halla la fantasía, en otros el misterio, también el costumbrismo actual y en algunos, el lector puede sentir derramarse en sus líneas la melancolía empapada de una lluvia fina y persistente.
Todos los cuentos desarrollan una trama ágil, corta y emocionante.
Son cuentos originales que se acercan al lector, quien en algunas ocasiones llega a pensar que, tanto a él como a cualquiera, lo leído le podría haber ocurrido, en otras ocasiones, no están faltos de humor.
Los cuentos vienen precedidos de una colección de fotografías inéditas hasta ahora que confieren un alto valor artístico a la obra, evocando a la vez el texto al que preceden. El diseño de las cubiertas se ha cuidado de un modo muy especial, buscando asemejarse al estilo de antiguas publicaciones, incluyendo como base la imagen de una obra de pintura original e inédita también.
Estos cuentos están basados en los recuerdos de un niño, son los de una casa y de una calle, la segunda continuación de la primera, como una prolongación natural de los juegos y las fantasías que de igual modo se fabricaban en un sitio o en otro.
En la casa, durante las tardes del invierno, gracias a la imaginación de aquel niño, las sillas se convertían en palo mayor desde donde se avistaban lejanas costas entre medio del vendaval. En el cenit del verano las delgadas sombras de las casas trazaban un sendero bajo los aleros llenos de pájaros. A llegar las noches quedaba la calle en silencio, adormeciéndose con el cada vez más lejano susurro de las lechuzas o el ulular de los búhos en las dehesas junto al río.
Otros de estos cuentos pertenecen al tiempo de los viajes hacia una estrella lejana, que brillaba todas las noches, esperando mañanas de niebla en las que, cuando algún rayo de sol se filtraba entre las ramas de los árboles del sendero de la vida, renacía como náufrago en tierra firme, apurando el frescor del viento. Forman parte, también, de las nieblas en el invierno atardecido, durante las que el corazón alegre cantaba su esperanza matemática de los números.
Era el tiempo de las abejas comunitarias eremíticas, buscando el ser, en los vivos lejanos, que nos traía un ave fénix.
Y otros más, pertenecen a los días hambriento de casi todo, en los que las huidizas horas del poniente cercano eran ilusión y conquista de cada día desde los albores en el tiempo.