León el Africano es una novela histórica que Amin Maalouf desarrolla maravillosamente, apoyándose en las noticias y datos de un personaje real como fue Hasan bin Muhammed al-Wazzan al-Fasi. Para nosotros, Mohamed era hijo del alamín de Fez, que, anadalusí él, se convirtió en diplomático y explorador a raíz de la obligada huida de los últimos granadinos, al darse la capitulación de su ciudad ante las tropas castellanas y con ello el final de la dinastía Nazarí.
La accion se desarrolla en las ciudades de Granada, Fez, El Cairo y Roma sucesivamente, lugares en los que vivió Muhammed. La novela nos lleva por otras ciudades tan misteriosas y lejanas para su tiempo, aún hoy incluso, como Tombuctú, Alejandría y Constantinopla.
En el relato asoman obligadamente personajes coetáneos del protagonista, como fueron los Reyes Católicos, o Carlos V, Barbarroja, Los Médicis, León X, o el Papa Adriano, o incluso los mercenarios lansquenetes que pusieron sitio a la ciudad eterna.
León el Africano es una novela de viajes además de la biografía de Muhammed, al volver a leerla años después, se da uno cuenta de que en sus páginas aparece lo que es nuestra vida, y así también, aparece la explicación del porqué de la geopolítica del Mediterráneo actual, que no ha cambiado mucho en la actualidad desde entonces, en esencia.
Al terminar la lectura de León el Africano uno siente que ha disfrutado a lo largo de sus páginas. Amin Maalouf se nos presenta en este libro, como un perfecto narrador, tal vez heredero de aquellos que transmitian oralmente las historias en las noches del desierto bajo la lona de una jaima.
Amin Maalouf nos descubre también en algunos pasajes que es un buen conocedor de la cocina tradicional árabe.
En cuanto a lo personal, decir que Amin Maalouf se exilió a Francia desde El Líbano cuando estalló la guerra en 1975, y que entre otros premios, ha recibido el Príncipe de Asturias de las Letras en el año 2010.