El primer borrador de Caminos cruzados data de noviembre de 2005. El título primitivo que le di en mis apuntes era El viaje.
No sé por qué razón me gustó ese título, y es que tal vez por aquel tiempo yo andaba un tanto obsesionado al establecer comparativas entre la vida y los viajes, del mismo modo y manera a como muchos autores antiguos y modernos escribieron sus obras en clave de viajes; desde el viaje iniciático de Moisés (1500 a.C.) durante el Éxodo bíblico, o la Odisea (900 a.C.) de Homero, o La Anábasis (400 a.C.) que escribió Jenofonte, hasta La divina comedia (s.XIII) de Dante Alighieri, pasando por El famoso hidalgo D, Quijote de la Mancha (s. XVII), Viaje al centro de la tierra (s. XIX), Siddhartha (s.XX), o, Sobre héroes y tumbas de E. Sábato (s. XX), por nombrar algunos, o incluso otros más populares como El señor de los anillos.
Todos son viajes de la vida. Por entonces me había dado por empezar a releer precisamente algunos de los títulos que he desgranado arriba. Por eso tal vez planteé la novela como un viaje, pero después de mi previsión me sugirieron el título definitivo, que no deja de ser el viaje de varias personas, cuyas vidas, cuyos caminos, se cruzan. Me pareció mucho más atractivo ese título que acepté de inmediato.
El viaje, los caminos que se cruzan, tomados así, son una metáfora de la vida y también la búsqueda de la verdad, la paz, o la felicidad, y con ella el sentido de la propia existencia.
A los protagonista y antagonistas de Caminos cruzados les corresponde la misión inesperada de salir al exterior, hacer un viaje que comporta unos riesgos al alejarse de un entorno seguro, al que deberán volver o no, pero la obligación de salir a por algo valioso es insoslayable. Durante su camino, su vida, se enfrentan a una serie de aventuras y toma de decisiones que conformarán de alguna manera su felicidad o su desgracia. De lo que no cabe duda es de que luchan por ser libres para decidir.
En Caminos cruzados sus personajes se preparan para enfrentarse a la muerte, y aceptan la vida, la enfermedad, o el envejecimiento reflejando como en un espejo la condición humana.
Del mismo modo es un viaje temporal al traspasar las barreras del tiempo, entre padre e hijo, y las de las fronteras geográficas y las esotéricas entre este y el inframundo del delirium tremens de uno de sus personajes.
Caminos cruzados es una novela histórica muy recomendable.